El Camino Portugués pasa por algunas de las ciudades más vibrantes de Portugal. Primero está Lisboa, la capital de Portugal. Disfruta de los edificios de colores pastel del casco antiguo, monta en el icónico tranvía amarillo, relájate en el paseo marítimo mientras el río Tajo fluye lentamente, ¡y asegúrate de probar un Pastel de Belém!
En tu camino hacia el norte, llegarás a la ciudad universitaria de Coimbra. Aquí encontrarás una de las universidades más antiguas de Europa, enclavada entre edificios históricos con vistas al río Mondego. Puedes sumergirte en las tradiciones de la región disfrutando de la música fado en uno de los múltiples pequeños bares que encontrarás.
Finalmente, de vuelta en la costa y a las orillas del río Duero, está la ciudad de Oporto. Pasea por las calles y admira los edificios históricos, cruza el río y prueba el vino de Oporto, o simplemente relájate en una de las cafeterías peculiares.