Durante la Edad Media, la Vía Francígena era la ruta de peregrinación a Roma más popular. Su punto de partida tradicional es Canterbury, en Inglaterra, y recorre Francia, Suiza e Italia.
La ruta más conocida fue transcrita en el siglo X por el arzobispo de Canterbury, Sigerico el Serio, tras ser ordenado cardenal por el Papa Juan XV.
Esta ruta es más difícil y no tan transitada como el Camino de Santiago. No está tan bien señalizada y no cuenta con tantos servicios a lo largo de la ruta. Recorrer la Vía Francígena requiere más planificación, pero estamos aquí para ayudarte en cada paso.
La Vía Francígena es una ruta de senderismo espectacular. Te ofrece un entorno tranquilo, una inmersión en la vida en Italia, comidas y bebidas sorprendentes y una auténtica aventura.
Debido a una demanda sin precedentes, la disponibilidad de la Vía Francígena para este año es limitada. Por favor, planifica tu viaje con un amplio margen de tiempo para encontrar alojamientos en la ruta.