Una Puerta Santa es una puerta de una iglesia católica que concede a quienes la atraviesan la indulgencia plenaria. Esto significa que son absueltos de todos sus pecados. Además de atravesar la puerta, la persona que busca la absolución debe confesarse, recibir la Sagrada Comunión y recitar el Credo. Por último, debe rezar por el Papa y por sus intenciones. Una vez hecho esto, la persona queda perdonada de todos sus pecados. Podrá entrar en el Cielo sin tener que ir primero al Purgatorio.
Hay muchas Puertas Santas en todo el mundo. Algunas han sido Puertas Santas durante cientos de años, a otras se les concede este estatus por razones especiales. Por ejemplo, en 2016, con motivo del Año Santo de la Misericordia, cada diócesis católica romana del mundo designó una o más Puertas Santas locales. De este modo, la gente podía ganar indulgencias sin tener que viajar hasta Roma.
La puerta Santa de la Catedral de Santiago
La Puerta Santa de Santiago se encuentra en la fachada de la catedral que da a la plaza de la Quintana. Está bellamente decorada pero es bastante pequeña y humilde.
Cuando no es un Año Santo, la puerta está protegida por puertas de hierro y se cierra con un muro. Derribar el muro forma parte del ritual que significa el comienzo del Año Santo.
Los Años Santos se celebran cada 50 años, aunque el Papa puede declarar Años Santos especiales en cualquier momento. También hay Años Santos del Camino cada vez que la fiesta de Santiago (25 de julio) cae en domingo.
El ritual lo realiza el arzobispo de Compostela, que golpea la pared con un martillo de plata. A continuación, «limpia» la zona con aceite y ramas de olivo antes de entrar por la puerta.
Se dice que los trozos del muro dan buena suerte, por lo que mucha gente intenta encontrar un trozo.
En un Año Santo estándar, la puerta se abrirá el 31 de diciembre del año anterior al Año Santo y se cerrará el 31 de diciembre del Año Santo.
El cierre de la Puerta Santa de Santiago también forma parte de un ritual. Hay incienso, oración y la bendición de nuevas piedras que bloquearán la puerta hasta que se vuelva a abrir.
La Puerta Santa de la Basílica de San Pedro
La Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en Roma, sólo se abre durante un Año Santo (Jubileo). Normalmente, éstos se producen cada 25 años, aparte de los Jubileos Extraordinarios. El último jubileo normal fue el del año 2000, el próximo es el de 2021 y se ha ampliado hasta el de 2022.
La Puerta Santa de San Pedro es abierta por el Papa. El primer día de un año santo, el Papa golpea el muro de ladrillo con un martillo de plata y lo abre a los peregrinos. La ceremonia es similar a la de Santiago.
Hay otras basílicas en Roma con Puertas Santas. San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y la Basílica de Santa María la Mayor tienen Puertas Santas tapiadas fuera de los Años Santos.
Otras Puertas Santas
Todas las catedrales diocesanas tendrán una puerta que abrirán durante un Año Santo como su Puerta Santa. En 2016 estas puertas se abrieron para conceder la indulgencia a personas de todo el mundo.
En Dublín, donde Follow the Camino tiene su sede, hemos abierto varias Puertas Santas para el Año Santo 2016. Puedes visitar estas Puertas Santas en la Pro-Catedral de Santa María, la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, la Iglesia de San Francisco Javier, la Iglesia Parroquial de los Santos Pedro y María y la Casa de la Misericordia.
En Londres, la Catedral de Westminster abrió una Puerta Santa, al igual que muchas otras catedrales del Reino Unido.
En Nueva York, la Catedral de San Patricio, el Santuario Nacional de San Genaro y el Santuario de Santa Francisca Javier Cabrini también abrieron las Puertas Santas de la Misericordia.
La catedral de Myeong-dong, la iglesia de Yakhyeon, el santuario de Saenamteo, el santuario de los mártires de Jeoldusan y la catedral central de las Fuerzas Armadas de Seúl (Corea del Sur) también tenían puertas santas.
Estas son solo una pequeña selección de las Puertas Santas de la Misericordia que se abrieron para el Año de la Misericordia 2016. Puede encontrar más de ellas aquí.
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